28 nov 2012

La Nariz, un cuento de Gógol por Andrea Camilleri

We're back! La entrada 101 se ha hecho tanto de rogar por dos motivos principales: a) estuvimos de vacaciones dos semanas en tierras más frías que éstas y b) el síndrome postvacional, que a la vuelta nos dejó sin ganas de relatar nada. A veces, acontecen sequías.

No obstante, celebramos el regreso con algo muy especial y cuya publicación nos llenó de alegría: la colección  Save the Story de la editorial Anagrama. Por primera vez agradecemos al Grupo Feltrinelli que haya comprado la editorial; nosotras ya pensábamos que era una hecatombe absoluta, que a partir de ahora las publicaciones las marcaría Giorgio Faletti y poco más, y por fin llega algo verdaderamente alternativo made in Italy.

Save the Story es un proyecto de la Scuola Holden y el Grupo editorial italiano L'Espresso. La Scuola se inauguró en Turín a mediados de los 90 con un claro propósito cuentista: transmitir el secreto del storytelling en cualquier ámbito (cine, televisión, teatro...) y salvar los cuentos del olvido. Y precisamente de eso se trata Save the Story: una marca denominación de origen como la del vino, que se otorga a esos cuentos que están en peligro de extinción y que debemos salvar para disfrute de las generaciones venideras. ¡Qué gran causa, señores! Se nos saltan las lágrimas. 

No obstante, la cuestión no es reeditar el cuento y punto. En realidad, son versiones adaptadas a las necesidades de los lectores más jóvenes, para que se introduzcan en el mundo de los clásicos poco a poco, para picarles el gusanillo y convencerlos de que la  buena literatura es una cosa que no se pasa de moda, imposible. Y que Gógol o Cyrano de Bergerac molan tanto como el manga, las novelas de Stilton o los videojuegos. Toda una proeza.

La colección se ha estrenado con cuatro títulos. Pero puestos a presentar uno, nosotras, en nuestra rusofilia habitual, nos quedamos con la versión de La nariz de Gógol de Andrea Camilleri. Fantástico y esperpéntico es un cuento que puede hacer las delicias de cualquier niño: una nariz paseando como si fuera todo un señor, un alto funcionario, por las calles de San Petersburgo y dejando a su propietario huérfano y desnarigado. Una maravilla que el señor Camilleri defiende muy bien, y a la que le añade su toque de suspense personal. No en vano es autor de novela negra hecha para el consumo inmediato. Una buena elección, creemos.

Y como broche final... ¡es un cuento ilustrado! Por la artista eslovena Maja Celija, creadora de una nariz superlativa. Maja ha ilustrado muchas obras, pero es la primera vez que nos llega a las manos. Así que estaremos atentas a su trayectoria (se nos están acumulando los artistas y luego no damos tanto el callo).

De verdad, si os falta un regalo en vuestra lista de Navidad, añadid La nariz. Y si por el contrario tenéis que regalarle algo a un niño de entre 7-10 años, La nariz es una buena opción. Y si os gusta la literatura rusa muy mucho, directamente coged La nariz de Gógol, porque es uno de los cuentos más brutales del mundo. Y si no tenéis nada que hacer esta tarde, coged La nariz. Antes de ir a dormir, La nariz. En el tren, La nariz. En el descanso en el trabajo, La nariz. Y de vez en cuando, tocaros la vuestra, respirad tranquilos, sí, sigue en su sitio.

¡Hasta pronto! Pero a saber cuándo. 





Recapitulamos... Publica Anagrama. Versiona Camilleri. Ilustra Maja Celija. Traduce del italiano Xavier González Rovira que no sabe (quizá no lo supo Camilleri) que no es la Perspectiva Nevski, sino la Avenida Nevski. Y Save the Story en español también incluye Don Juan, Los novios y Cyrano de Bergerac.  

Viva Gógol y su buena nariz



2 nov 2012

Demasiados suecos de Erskine Caldwell (e ilustrado por Natalia Zaratiegui)

¡¡¡Entrada número 100!!!

Vamos a celebrarlo con una delicatessen recomendada por una compañera librera: Demasiados suecos del autor norteamericano Erskine Caldwell y que publica la editorial Navona. Un cuento corto en un formato mini. Pero aun así, ilustrado, bien diseñado, encuadernado todo cuco y a un precio inmejorable*: ¡¡¡2,90€!!! Vamos, casi se nos caen las lágrimas de la emoción. Mirad qué PRECIOSIDAD, así en mayúsculas: 

De paso aquí fardando de Matrioshka


Demasiados suecos es la historia de una invasión, de suecos, que viven en un pequeño pueblo de Maine y tienen como vecinos al señor y la señora Frost y a Stan. Un pequeño gran cuento sobre la fobia al extranjero en la América profunda. El señor y la señora Frost sienten un pavor absurdo hacia sus vecinos suecos porque consideran que son seres salvajes que les usurparán vacas, muebles y utensilios. Y cuando vuelven a la casa de tres pisos y seis habitaciones (a quien se le ocurre), al otro lado de la carretera, el matrimonio prácticamente enloquece de miedo. El racismo llevado a un extremo absurdo: una fobia incomprensible, no repulsiva, pero inexplicablemente patética. Infundada. Aunque, como bien solía decir el autor, el no escribía para moralizar sobre el racismo, sino simplemente para describir la realidad que lo rodeaba. Que cada uno saque su propia conclusión.

El librito viene ilustrado por Natalia Zaratiegui que le da un toque así muy pulp, muy collage, en riguroso blanco y negro. Bastante chulo e ideal para hacerse una idea de lo grandotes que pueden ser los suecos, sobre todo los de la bahía de Maine, que son una especie aparte. Habrá que tenerla muy en cuenta e investigar más sobre ella. 

Esta joyita forma parte de la colección MiniReencuentros de la editorial Navona, sello que tiene el epopéyico propósito de recuperar en español obras  como ellos califican "que mereciendo ser leídas son difíciles de encontrar en nuestras librerías". Por favor, ¡un sonoro aplauso! Cuentos de Conan Doyle, de Saki, de Wilkie Collins o Jack London. Pequeñitos e ilustrados. Novelas policiacas; clásicos contemporáneos que nunca te mentaron en la escuela. Para nosotras Erskine Caldwell ha sido un grato descubrimiento. La mayoría autores anglosajones pero muy bien escogidos. Ediciones elegantes, para sibaritas amantes del libro como objeto de culto y adoración. Nuevos galones para nuestras preciadas estanterías. 

Queridos aquí empieza nuestro discurso a los tróscars: gocemos a gusto. Nosotras celebramos las 100 entradas. Os damos las gracias por venir, por volver, por pasearse, picotear, leer cuentos. Gracias a los grandes descubrimientos libreros, las editoriales gallardas, la gente que sigue teniendo buen gusto, los precios soviéticos y los comentarios poéticos. En fin, gracias a la vida** (aunque últimamente intenten vendérnosla como mala u otro derivado) por todas estas pequeñas cosas. 


Para cuentistas del mundo. Para curiosos. ¡Para todos! 


Nos leemos en la entrada 101. Dejadnos un mensaje de celebración si queréis. 



Resumen técnico: Edita Navona. Ilustra Natalia Zaratiegui (ojo con ella, hay más de una gran portadista en este país ;)). Traduce Rebeca Bouvier.


*= la única pega es la letra ultra pequeña. Pero es comprensible en esta edición y permisible.

**= sobre todo la vida en vacaciones de invierno (que empezamos mañana). Perdón el recochineo.